Andrea di Pietro dalla Gondola
Arquitecto italiano
Andrea Palladio nació el 30 de noviembre de 1508 en Padua.
Se inició trabajando como cantero.
El poeta Giangiorgio Trissino supervisó sus estudios de arquitectura y lo llevó a Roma, donde visitó las ruinas clásicas y estudió los tratados de Vitruvio, el único legado teórico de la arquitectura romana.
Publicó el libro Le Antichità di Roma (1554), considerado durante más de dos siglos como la mejor guía sobre las ruinas de la ciudad eterna. Una de las primeras obras de envergadura de Andrea Palladio fue la transformación del recinto exterior del Palazzo della Ragione o Basílica, el ayuntamiento de Vicenza. En la ciudad y sus alrededores, Palladio construyó numerosos edificios residenciales y públicos.
Autor de 26 edificios, en los que se combinan las tradiciones arquitectónicas antiguas y las del Renacimiento veneciano. Fachadas monumentales que llevan la cadencia entre los volúmenes, una composición simétrica, incluso teatral, y una elegancia en la que las columnas se prolongan en estatuas. Entre ellos, los palacios Chiericati, Thiene y Valmarana, y las villas Badoer, Barbaro (en Maser), Emo, La Rotonda y Villa Foscari, en Malcontenta di Mira.
Combinó elementos del lenguaje clásico, de acuerdo con las exigencias del emplazamiento o de las necesidades funcionales de cada edificio, y en este sentido se le puede considerar como un arquitecto manierista. Al mismo tiempo, compartió la búsqueda renacentista de las proporciones armónicas, y sus fachadas se caracterizan por una excepcional elegancia basada en la sencillez. Fue el primer arquitecto que desarrolló un sistema organizado para la disposición de las habitaciones privadas. También fue el primero que ubicó en edificios residenciales pórticos con frontones, propios de los templos clásicos, como los que se pueden contemplar en las cuatro fachadas idénticas de Villa Rotonda, compuestas por seis columnas jónicas sobre un elevado podio precedido por una escalinata. Sus edificaciones incorporaban soluciones ingeniosas, en ocasiones para facilitar la entrada de luz o para hacer más cómodos los tránsitos entre distintas estancias.
En la basílica de Vicenza, por ejemplo, proyectó una elegante fachada formada por dos pisos de arquerías, donde empleó la ventana o motivo serliano, conocido también como palladiano (un vano tripartito compuesto por una parte central arqueada y más ancha que las dos laterales, separadas por delgadas columnas), gracias al cual pudo estrechar los pilares estructurales y con ello captar mucha más luz para el espacio interior. Otra de sus aportaciones a la historia de la arquitectura fueron los tratados, entre los cuales destaca I quattro libri dell'Architettura (1570, segunda edición en 1580), que se convirtió en un canon para la arquitectura occidental de los siglos venideros. Esta influencia se extendió sobre todo por Inglaterra, donde apareció una corriente llamada palladianismo, que seguía fielmente sus preceptos y reglas compositivas.
Entre 1560 y 1580, Andrea Palladio también edificó varias iglesias en Venecia, entre las que sobresalen San Francesco della Vigna, San Giorgio Maggiore e Il Redentore.
Su última gran obra fue el teatro olímpico de Vicenza, que finalizó Vincenzo Scamozzi después de su muerte en Vicenza el 19 de agosto de 1580.